El emprendedor que soñó con ser el Rata Alada

by - mayo 28, 2022

un cuento de ciencia ficción para emprendedores

Un cuento de emprendedores allá lejos en los astros celestiales


Capítulo 1

En un cuarto de la nave Sub Pam Noir estaba Sigfredo Montana pensando en cómo escapar. Lo habían condenado por tratar de emprender una panadería. Era la realidad del 2090, nadie podía emprender, nadie tenía el derecho de generar ideas nuevas. El que se atrevía a hacerlo, se le encerraba en un cuarto en la nave espacial.

¡Se le sacaba de la órbita de la tierra! Sus familiares ni nadie más los podía volver a ver, pero si existía comunicación virtual mediante WhatsNap XLunar, una versión para comunicarse por ondas emitidas por la vía láctea que también se usaban para generar hologramas en alta definición.

Al menos Sigfredo tenía ese privilegio. Ahora mismo se encontraba comiendo con su padre, el holograma de un elegante viejo, pero muy golpeado en sus facciones, quizás por la severa depresión de que le hayan arrebatado al exitoso muchacho...o digamos al soñador Sigfredo.

Porque es cierto que iba a iniciar una panadería, pero era un asesor diestro de negocios, ayudó a fundar empresas unicornio en toda América Latina, al menos los trozos que quedaban del territorio, y otras startups para emprendedores seriales.

Pero una panadería era algo muy significativo para el, ya que era en memoria de un sueño frustrado de su abuela, quien nunca pudo despegar el emprendimiento, puesto que falleció del corazón. Una bacteria le había reducido este al tamaño de una fresa.

La tragedia no paró a Sigfredo y continuó haciendo magia ilegal por muchos años. Las autoridades se estaban volviendo locas porque no sabían quién estaba creando tanta riqueza en la tierra, cuando se suponía que ya los Vigil (soldados encargados de eliminar emprendedores) ya habían diezmado toda la población emprendedora.

Escamoteaba un terrón de maná mientras contaba chistes con su padre. Se reían de cosas básicas. Tenían un buen sentido del humor. Compartían videos en YouTubix de gente cayéndose o asustándose por algo.

Su padre le contaba todo lo que sucedía en la tierra, lo ponía al día de como estaban sus hermanos, quienes trabajaban en fincas donde se cultivaban gusanos barrenadores para abonar terrenos radioactivos donde nacían árboles frutales gigantes, cuyos frutos se comercializaban a Neptuno, lugar donde estaban habitando los Canadienses.

Era la pesadilla de todo emprendedor, trabajar para alguien más y peor aún ser esclavo. No tenían derecho a nada, ni a comida ni agua. Pero no se podían morir. Ya habían inventado un sistema de sostenibilidad humanitaria para el bienestar común. Una estrategia científica para extender la vida humana a 200 años sin necesidad de alimento ni agua.

¡Pero que infierno vivir tantos años para ser esclavo!

Sigfredo estaba conflictuado porque en la Sub Pam Noir al menos podía comer y ver las estrellas desde su habitación...al menos mientras esperaba su condena.

Iba a ser ejecutado. Lo iban a expeler por un tubo de 20 cm de diámetro por todo el espacio. Este iba a empezar a succionar su cabeza y así terminando con todo su cuerpo. Era aterrador, pero el ambiente de su habitación le hacía pasar el rato.

Termina de charlar con su padre. Se va a preparar un café a la mini cocina, saca la máquina para hacer capuccino, echa todos los ingredientes y en 20 segundos sale el capuccino. Hasta podía poner en una pantalla táctil la forma de la espumilla. Seleccionó la de un perro, en memoria de Hamilton, su Beagle que le fue arrebatado cuando se lo llevaron.

"Cinco malditos días" susurró luego de dar un sorbo al capuccino. Lo iban a ejecutar de la manera más horrenda y solamente por ser un emprendedor. Ponía su mano sobre la venta y miraba reflejado el rostro de Julia Amanda, cuya sonrisa se fusionaba con una estela lunar de una vía láctea fronteriza al sistema solar.

"Algo tengo que hacer antes de irme por el maldito tubo" - afirmó y estrelló la taza vacía contra el lavabo.

Toc toc - se escucha que tocan la puerta.

Era Siggy, un robot con inteligencia artificial y que era una réplica de Sigfredo. Lucía como él, hablaba como él, se reía como él, pero era un maldito robot...y había algo siniestro y detestable, sus dientes estaban disparejos y tenía bello facial como salpicado por el rostro, a diferencia de la barba espesa de Sigfredo.

Sigfredo lo detestaba pero tenía que pretender ser alguien lleno de paz. Algo que se exigía a los tripulantes reos de la Sub Pam Noir era que tenía que ser pacifistas extremos y se les impregnaba un chip del código Samurai, particularmente el de la auto ejecución y aceptación de la muerte.

En el momento que Sigfredo fue capturado, se le iba a inyectar con un chip para programar sus emociones y controlar hasta su sonrisa, pero cuando el científico se distrajo para coquetear con una colega robot, Sigfredo le reemplazó por un chip vacío mientras el científico se distraía contando historias divertidas de gente que se lastimaba mientras hacían deportes.

"Misma canción?" - le pregunto su doble, el robot que era un clon de él. Y empezó a tocar "Chiquilla Bonita", sabía que era una canción muy emotiva porque le recordaba a la novia de Sigfredo quien se encontraba, junto con su hermano, trabajando en las fincas de gusanos en la tierra.

Escribía todos los días poemas para ella y se juraba así mismo que la rescataría y que viviría juntos en una playa hermosa en las aguas de Venus donde habían peces tornasol, abundantes de cocteles de Yorgos, una fruta con un sabor particular como entre una mezcla de guayaba y granate, muy jugosa y con contenido alcohólico por si sola. Sigfredo quería rescatar a Julia Amanda e irse con ella a aquel paraíso.

Pero mientras, estaba encerrado y solamente faltaban 5 días para que terminara siendo basura espacial.

"No puedo morir como mierda" - decia a sus adentros, mientras Siggy, el robot, limpiaba su habitación.


Capitulo 2

Venía la peor parte, una espantosa rutina de tortura donde Siggy le insertaba una sonda por el oído para conectar con su memoria y recordarle siempre como fue capturado. La forma humillante en que su humanidad se vio untada sobre el pavimento como mantequilla de maní, solo por ser un emprendedor creativo.

La sesión duraba apenas 30 segundos, pero parecía toda una eternidad. Sentía que eran dos cuchillas que rebanaban su cerebro poco a poco en miles de rodajas finas, como Paulie cortaba meticulosamente el ajo en la película Goodfellas.

El patán de Siggy sacaba espuma por la boca cada vez que terminaba la sesión en un acto de culminación extáctica por infligir tanto dolor a través de la memoria de Sigfredo.

Mientras se recuperaba, Angelinax, un holograma idéntico a su esposa Julia Amanda, trataba de hacerle relajar poniendo sus películas favoritas o leyendoles abstractos de sus libros favoritos como El Conde de Monte Cristo, El Guardian entre el Centeno y hasta la Biblia. Pasaban un agasajo ambos riéndose y viendo las estrellas. Cada 2 horas, la nave hacía un enorme descenso hacia un paraíso en cualquiera de los otros planetas, había resorts en cada uno y parte de la tortura a los tripulantes era que les hacían ver como otros estaban disfrutando en estos paraísos mientras ellos esperaban su funesto destino. La nave se volcaba 45 grados por cada lado y pasaba tan bajo que las ventanas casi tocaban a las personas que estaban por ahí. Como si un gran avión pasara por Punta Cana a unos 5 metros de distancia. Sigfredo miraba con nostalgia como la gente pasaba el tiempo a todo dar, mientras que Angelinax le daba un masaje con terapia Láser kinestética para reparar el tejido blando. Sus músculos siempre estaban tensos y todos los días pensaba en como pronto iba a irse por el despeñadero de aquella nave espacial.

Angelinax jugueteaba y flirteaba con él, pero también le animaba y le decía que ella confiaba en él, que él podía dejar un legado aun en las condiciones que estaba, que en Sub Pam Noir era permitido innovar y crear algo. Ya los reos podían hacer dentro lo que quisieran. Quizás podría cumplir su último deseo de emprender una panadería. Pero al mismo tiempo, Sigfredo pensaba que era ridículo porque quien comería ese pan y que propósito tendría. En todo caso ya iba a morir y nada más importaba. Su familia eran todos esclavos en la tierra y él era un reo condenado a muerte por innovar y emprender. ¡No es justo!, exclamaba a sus adentros.

Conversaban largas horas con Angelinax, más que todo acerca de su funesto destino. Estaba intrigado por qué hacían esa forma de ejecución. ¿Por qué no le pegaban un balazo y listo? ¿Por qué tenía que ser succionado por un tubo de 20 cm de diámetro como si fuera un refresco de Mcdonalds? Angelinax explicaba que era parte de un ritual del líder del Orden Espacial, un individuo que nadie conocía, hasta se conjeturaba que era una inteligencia artificial ubicua, que miraba todo, que controlaba todo...pero la mayoría creían que era un tipo de carne y hueso que había monopolizado las orbes celestiales y ahora ejercía toda una hegemonía de donde nadie podía destronarle. El mundo se había desmoralizado totalmente y la Nueva Era había tomado otro giro, ahora en vez de meditar y buscar energías, ahora se buscaban sacrificios, rituales, para estimular la paz de alguien más.

Todos estaban en un trance letal y morboso de infligir dolor, torturar, esclavizar y matar a todos aquellos que decidieran emprender. La innovación era el único pecado capital. Ya las cárceles estaban totalmente saturadas que hasta existían naves espaciales que los llevaban cual camiones de basura transportando desechos y expeliéndoles por el tubo cada 2 quincenas de años Eurydome, un sistema similar al año Juliano, pero donde todo iba en reversa y cada dos días avanzaba de nuevo. Los humanos rejuvenecían y envejecían constantemente, lo cual creaba una serie de trastornos moleculares y hormonales que provocaba condiciones terminales.


Capitulo 3

"Qué haces amor mío?" - le dijo el holograma Angelinax cuando Sigfredo se veía muy ocupado en el suelo haciendo una especie de dibujo...

"Estoy construyendo mi libertad" - le dijo, sin voltear a verla.

Había sido parte del programa "1 Genio para mi Galaxia" donde seleccionaban jóvenes bajo condena para dotarlos de todo tipo de conocimiento, desde lo que herrería hasta nanotecnología monoplasmática para diseñar todo tipo de artefactos. Se les permitía innovar solamente para efectos de que estas invenciones fueran usadas por los Vigil, para mejorar y ser más efectivos en la caza emprendedora que se liberaba a diestra y siniestra en las orbes espaciales.

En una ocasión, Sigfredo había diseñado un dispositivo de collar para adherirse al cuello de un gigante en el planeta Korob 7Z, donde este había diseñado un cañón espacial que disparaba hoyos negros enfrascados en un mineral mil veces más fuerte que el diamante y que utilizaba para mandar galaxias enteras al Zeloby, un lugar muy similar al Séol descrito en la Biblia, donde existe un fuego que nunca se apaga y que también persigue incesantemente a los malos, sin importar donde se escondan.

Ahora los dos se encontraban construyendo el plano para aquella especie de nave que estaba dibujando Sigfredo como un niño que está pintando por primera vez.

"No sabía que eras fan de Batman" - susurró Angelinax.

"No soy" - respondío Sigfredo, "pero de pequeño solían intrigarme los murciélagos por su autosuficiencia de poder sobrevivir en la oscuridad y de hacer todo en medio de ella con tal rapidez y astucia.

"Siempre odié dormir, sentía que era una pérdida de tiempo. Todos los sueños, mientras dormimos, son un grito desesperado de nuestro subconsciente emprendedor que nos dice "DESPIERTA MALDITO BASTARDO Y CONVIÉRTE EN ALGUIEN REAL!!!!".

"Odio dormir"

Angelinax lo miraba con una sonrisa en el rostro y maravillada...pero también algo perdida, propia de no seguir una conversación tan profunda.

"Quisiera ser Julia Amanda" - le dijo de repente.

"Quisiera sentirme amada y vivir en la mente de alguien más día y noche"

"La especie humana vive el privilegio de escarbar las profundidades del amor y traerlas a flote mediante besos y abrazos"

"Siempre quise ser humana..." continuó mientras ponía una canción de bossa nova espacial con chocolate de pop rock.

"El ser humano siempre prevalecerá, ha sido coronado, privilegiado y dotado de coraje. Nada ni nadie podrá detener a la especie humana, ni entre sí podrán aniquilarse para siempre"

"Siempre existirá un perro más bravo"

"Al final de eso se trata...de la ley del más fuerte".

Sigfredo continuaba metido de cabeza en su invención.

Por fin estaba materializando su fascinación por los murciélagos...


Capitulo 4

Se quedó dormido y tuvo un sueño donde estaba en algún lugar del mundo - o del universo - en una finca lejana, en una pequeña casa, con Julia Amanda, viviendo en paz mientras ella cocinaba un estofado, él leía el periódico y escuchaba el jugar de los niños y el trino de los pájaros.

Se levantaba y empezaba a trabajar la tierra mediante un dispositivo tablet que le daba la orden por medio de una app a millones de nanorobots para micro arar y fertilizar la tierra. El alimento era cientificamente manufacturado a la perfección y era por ello que vivían, como en los tiempos bíblicos, hasta 900 años.

Julia Amanda dormía a los chicos y no se escuchaba ni el más mínimo llanto, estos se desconectaban de un metaverso Roboclux, donde los niños de todas partes del mundo se encontraban para interactuar, cada uno escogía sus amistades de acuerdo a la capacidad económica de cada uno y de cuantas RobiMonedas tuvieran, ya que las cosas del metaverso, las podían llevar a la realidad. Era la historia de un chico que logró adquirir una enorme nave espacial del metaverso y mediante una gigante impresora 3D logró comprarla y llevarla a la realidad

"Despierta, Sig" - dijo una suave y ronca voz...

El sueño se volvió realidad, misma que era una pesadilla...

Es lo más paradójico, levantarse de un sueño para despertar a una pesadilla.

Ahí es donde todo ser humano desearía seguir soñando.

Salvo que seas David Aames donde ya estés harto de tantas fallas en el programa de sueños y decidas despetar para afrontar una cruda realidad...o dolorosa.

Sintió que el maldito clon Siggy le insertaba las sondas en su cabeza para hacer la rutina de tortura, esta vez era aún más fuerte porque mañana era el día en que iban a ejecutar a Sigfredo, entonces su memoria debería de quedar en blanco. Era parte de la humillación a las mentes brillantes e innovadoras, matarlos, pero que quedaran sin mente y luego eran expulsados como materia gris por el tubo.

"AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH" - se retorcía del dolor y entre más gritaba, Siggy sacaba espuma por la boca y soltaba una leve sonrisa.

Quedó tirado en el piso y justo en ese momento Angelinax empezó a tocar sus canciones favoritas.

Siggy solamente susurró "maldito ignorante", mientras salía de la habitación.

Angelinax cambió el ambiente y entraron en un metaverso de una jungla de colores con frutas jugosas que se podían volver materia mediante un algoritmo matemático y así poder consumirlas para que Sigfredo pudiera recuperarse de aquella tortura.

Ambos comieron de rodillas y él suspiraba mientras lágrimas salían de sus ojos:

"Mañana es el gran día" - le dijo Sigfredo. Necesito salir de aquí y regresar a donde está Julia Amada, no me importa no tener una mente brillante, como antes, no me importa ser un perdedor, no me importa no tener recuerdos, no me importa no innovar, no me importan las estúpidas ideas, solo me importa el amor.

Estaré saliendo, Angelinax, y necesitas ayudarme. Te necesito, no quiero morir, no quiero ser deshecho espacial.

Angelinax se queda con una mirada perdida, pero una sonrisa que emanaba entendimiento de cada palabra que salía de la boca de Sigfredo. Quería ayudarlo, pero también tenía programado el amor en ella, corría por todo su algoritmo responder al sentimiento humano.

Sigfredo había sido el primer reo del cual ella se había enamorado, pero el amor es también sacrificial y ella se estaba auto programando para ello...porque algo estaba a punto de suceder.


Capitulo 5

Se estaban alineando los astros para el evento más significativo de los últimos 6 mil millones de años, el anillo de saturno se aproximaba al sol y cogía tanto calor que la porción inferior del anillo se pandeba junto con el espacio y toca la cola de una vía láctea cercana causando una enorme explosión y alongamiento lateral del anillo que era como ver la nariz de pinocho atravesar todo el magno universo.

Este era el momento preciso donde Sigfredo había esperado tanto. Era su último día y estaba a punto de ser ejecutado, mientras los malditos Vigil se merodeaban por el puente celestial saturnino y se arrodillaban para lamer el suelo de este, que era como un escarchoso marshmellow con sabor a confituras agridulces de sandía.

No podía creer tanta injusticia. No había hermano mayor, no había salvador, no había nadie.

Solo quedaba la esperanza de ver a Julia Amanda...y nada más importaba para él.

Metió la cabeza en una especie de membrana celular que asemejaba el resto de una rata, con unas orejas que eran radares mejores que los del pájaro negro...o al menos eran basados en ese patente.

El resto de la nave era el gran cuerpo de un murciélago con mezclas de vinilo, polímero, titanio, acero y aluminio.

Habia diseñado aquel traje espacial para recorrer 7 mil millones de kilómetros, no se preocupaba por bebida ni comida, ya le habían quitado esa facultad mediante las torturas de Siggy.

Justo hoy vendrían a tomar su alma mediante una jeringa de vacío que inyectaba a las víctimas iridio y manganeso para aflojar el éter.

Se oía una horrísona música por toda Sub Pam Noir y se miraba a los Vigil danzar como unos desquiciados por todos los pasillos. Al menos eso lograba ver la ventanilla de su habitación.

Cinco cargamentos nucleo hidrógeno plasmático estaban desbordando. Eran bombas que podían acabar con Sub Pam Noir y media galaxia donde moraban sus habitantes.

Sigfredo, además de querer escapar, podría cranear la oportunidad de deshacerse de todos los malvados que habían asesinado a todos sus amigos emprendedores y le habían torturado ya por años.

-Maldita sea- decía a sus adentros, tratando de pensar como podría activar las bombas al momento de su escape.

-Tienes solvencia sensorial? Le preguntó a Angelinax.

La horrísona canción ahora se volvían estruendosas gaitas de horror y temblor espacial.

Angelinax se sintió un poco triste porque Sigfredo daba a entender que necesitaba fusionarse entre los rayos de luz que activaban las puertas de teseracto de la habitación. 

Esto significa apagar para siempre el holograma de Angelinax. Era triste...pero era posible...y más importante aún...era necesario.

Se encontraba con el artefacto del roedor detrás de la puerta, la idea era que Siggy entrara y salir con todo y traje hacia los pasillos y al costado hacia una puerta de emergencia a unos pocos metros.

El traje estaba como integrado a una especie de moto, pero también, al igual que los aviones de guerra, tenía la capacidad de desprenderse y salir impulsada por los aires.

Las gaitas seguían sonando horriblemente y los gritos de los Vigil eran sonidos guturales espaciales.

Era un carnaval infernal en la mera corona de Júpiter.

El anillo de saturno se empezaba a derretir y se elongaba poco a poco al infinito y más lejos aún.

Sigfredo se ponía gel por todo el cuerpo para poderse meter en el traje.

Era un gel especial que protegía su tejido cutáneo de todos los ataques solares durante su viaje.

Finalmente, entró en el traje, estaba listo para salir huyendo, la puerta se abría, Siggy se aproximaba para su macabra rutina...

Miró su rostro aparecer a la mitad de la puerta, buscándolo por toda la sala, decidió justo en ese momento arrancar...pero algo falló.

El motor no encendía. Le había hecho falta una piedra filosofal que estaba en su escritorio...era como la llave para encender el motor.

¡Tremendo error!

"Idiota" - susurró a sus adentros. ¡Como pude olvidar!

Sigfredo emepezó a sudar sangre de angustia porque en un par de segundos, Siggy se daría cuenta de todo.

Empezó a cabacear con agresividad al no encontrar a Sigfredo en la habitación.

"Que hago que hago que hago" - se repetía una y otra vez el pobre Sigfredo.

Iba a terminar como manteca embutida en un tubo y salir en pedazos por todo el espacio.

En ese preciso momento tomó la decisión kamikazeska de tirar todo por la borda y lanzar un escape suicida.

Ya nada más importaba.

Mejor que muriera en el intento por ver a Julia Amanda...y no que lo mataran como una cobra espacial.

Cargó un enorme cohete en uno de los cañones de la mini nave quiróptera y se escuchó el sonido como de un mensaje recibid en un iPhone.

En ese preciso momento, Siggy voltió y con sus facciones canutas y barba tacaña dijo:

"Que diablos eres!"

Sigfredo estaba tolamente inmerso en el traje, lo apuntaba con un blanco.

Voltió a ver a Angelinax y le hizo una seña.

Esta al mismo instante se auto imoló apagando su interruptor y fusionándose con los rayos de luz de la puerta, mismos que eran una inteligencia artificial que controlaba todo en la nave.

Cuando Angelinax desapareció, con ojos llenos de lágrima y un ceño más fruncido como de acero, le dijo:

"Soy el maldito rata alada, hijo de perra"

Y le propinó un enorme bazukazo que le abrió un hoyo en el estómago y acto seguido fue succionado inmediatamente por un gran hoyo que se abrió en el costado derecho de la habitación.

En ese momento toco el botón rojo de su nave alada y salió catapultado por los aires hacia el espacio, era en realidad una rata alada volando por aquel vacío.

Una gran explosión apagó el carnaval que se tenían en Sub Pam Noir. Angelinax había cambiado el algoritmo de la inteligencia artificial y activado la bomba.

El rata alada iba suspendido por los aires, sonriendo, llorando, recordando cuanto había esperado ese momento.

Alzó la mano y con la punta de los dedos tocaba el enorme puente que se había formado del anillo de saturno.

Sonrió y pensó en Julia Amanda. Pronto estaría con ella.

El rata alada volaba feliz por el infinito, miraba firmemente aquel planeta donde se encontraba su amada y solo sabía que todo iba a estar bien.

En su smartwatch logró activar un poco de música para el camino, "Chiquilla Bonita" comenzó a tocar mientras toda la galaxia que quedaba detrás de él se consumía en un enorme agujero negro.


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